En la actualidad, en vuestras visitas de revisión con vuestro pediatra, se suele realizar una exploración de la boca. No obstante, desde Clínica Dental Lacasa Litner, os aconsejamos que aparte de las revisiones con el pediatra, visitéis con vuestro hijo a un dentista infantil (odontopediatra).

¿Y cuándo hacerlo?

 

 

En esta primera revisión se podrán facilitar consejos de higiene, os informarán del calendario de revisiones, os hablarán sobre hábitos alimenticios saludables y se hará una evaluación y diagnóstico inicial de vuestro bebé.

Una vez que estáis en la clínica dental, ¿quién debe atender a vuestro hijo?

1. El odontopediatra

Siempre debéis llevar a vuestros hijos al Odontopediatra, al igual que lleváis a vuestros hijos al pediatra y no a vuestro médico de familia.

El odontopediatra es Especialista en niños, con una formación específica en las patologías infantiles y, sobre todo, formación y entrenamiento en el manejo de los pacientes en esta edad. Nuestro consejo es que consultéis en vuestra clínica si el especialista de los niños está titulado con Postgrado en Odontopediatría.

En la consulta con el odontopediatra se realizarán distintas técnicas
diagnósticas, como radiografías periapicales, para descartar caries interproximales (entre las muelas) que a simple vista puedan pasar desapercibidas. El odontopediatra también será el encargado de poner 1-2 veces al año el flúor en gel al niño y llevar un control de su salud bucodental.

Debido a la porosidad de los dientes de leche cuando aparece una caries ésta avanza muy rápidamente hasta llegar al nervio del diente. Por eso es de gran importancia hacer un diagnóstico precoz de las caries en los niños y tratarlas lo antes posible.

Las visitas al odontopediatra deben ser cada 6 meses para que revise a vuestro hijo y así poder descartar cualquier patología bucal.

2. El Ortodoncista

También es importante que, a partir de los 4 años, visitéis al ortodoncista para que haga una primera revisión de vuestr@ hij@.

En la consulta con el ortodoncista, se examinará la relación entre el hueso maxilar y mandibular, así como la posición correcta de los dientes en estos huesos. En caso de que vuestro hijo presente una maloclusión ósea, el tratamiento de ortodoncia deberá comenzar antes de que el niño finalice su crecimiento para que el ortodoncista pueda corregirla.

También se evaluarán posibles hábitos que tenga como el uso del chupete, la succión digital, respiración bucal o deglución infantil que puedan estar perjudicando su correcto desarrollo bucodental.

Hay pocas maloclusiones que necesiten un tratamiento a edades muy tempranas (mediante aparatos). Las mordidas cruzadas, especialmente las que afectan a un lado de la boca, son un ejemplo de maloclusión que requiere una atención “urgente”.

Cada caso es diferente, por lo que el ortodoncista debe valorar a vuestro hijo e informaros de la situación y las posibilidades de tratamiento, en caso de ser necesario.